Realizar profundas reformas constitucionales nunca es tarea sencilla. Cambiar las cosas para mejorarlas siempre genera dudas y hasta resistencias. Pero si el diálogo se impone y la política prevalece, se disipan las posturas irreductibles y se privilegian las convergencias por el bien del interés general. Esto es aún más relevante cuando lo que está en juego es el sistema político y electoral del país. Es decir, las reglas de convivencia democrática entre los diversos actores de la sociedad.
La transición política en México trajo innumerables cambios de paradigma en nuestro sistema político. Uno de los cambios más notables, se relaciona con la necesidad de transparentar los procesos de decisión en la administración pública. La taxonomía tradicional del poder político a partir de una perspectiva carismática en Latinoamérica, ha cedido paso a un modelo más racional de institucionalización de figuras constitucionales para la rendición de cuentas. El artículo 16 de la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano ha sido piedra angular en el reconocimiento y consagración del principio de división de poderes en la mayor parte de las Constituciones contemporáneas. Éste, el cual tiene a su vez antecedentes en la filosofía política del siglo XVII, sostenida por John Locke, y durante el siglo XVIII, por Montesquieu.
El presente libro es producto de las reflexiones y pesquisas de académicos e investigadores, quienes despliegan a través de la Red Latinoamericana de Estudios sobre la Violencia escritos de carácter ensayístico o empírico que develan fenómenos acerca de las violencias por parte del Estado y las instituciones, las cuales se expresan en grupos focalizados, como es el caso de infantes, adolescentes e igualmente mujeres, este último grupo analizado a partir de la perspectiva de género. En dichos trabajos, se profundiza en la comprensión de los sujetos que vivencian y habitan una sociedad ensanchada en violencia.
Los enormes impactos ambientales provocados por las actividades humanas han generado una crisis de pérdida de la diversidad biológica sin precedente, esta crisis representa la sexta extinción masiva y ha causado la desaparición o amenaza a miles de especies y poblaciones. La pérdida de esos organismos debería evitarse por mu chas razones, tanto éticas como morales y culturales.
Las políticas de la sensación se orientan a controlar, en sus más hondos fundamentos, el cuerpo y su capacidad de percibir la materia del mundo. Tener el control sobre lo que sienten las personas es la máxima aspiración del poder y de sus aparatos administrativos: que la gente misma acepte en su interior cuales sensaciones le están permitidas y cuales prohibidas.
Jesús Enciso es egresado de la UNAM, donde desarrollo casi toda su trayectoria académica. Se doctoró en Urbanismo y recibió la medalla Alfonso Caso en 2011. En la UAM-I curso la especialidad en ciencias antropológicas, y en 2014 realizó una estancia posdoctoral en la misma Universidad Nacional.